LA LEY DE CROHN.

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Lugar: LLaviana, Asturies, Spain

lunes, junio 11, 2007

VIDAS QUE FUERON.

Son miradas que no miran, son ojos que no ven, los ves, te cruzas con ellos pero no te ven, absortos en un mundo paralelo, quiza mientras caminan perdidos, cabizbajos...tristes viven en una dimensión paralela la antigüa algarabia de famila y risas, hablo de l@s transeuntes, de l@s sintecho.... bién es cierto que algunas de estas personas un día tomaron la decisión de hacer del cielo su techo y de la brisa sus paredes, de conocer el mundo tal cual es, amable o infame pero much@s vagan por la vida como zombis, presos de un pasado que condeno su presente y su futuro. Son muchas las veces que pasas a su lado, sentad@s delante de un caja que espera unas monedas, hablando con compañer@s de fatigas u otras veces acaricando un gato o un perro, pero detrás de esa manifiesta soledad vital hay una historia, de quién quiza tuvo una familia como la nuestra, que es padre, madre, que es hij@, hermano, de quién hace tiempo celebraba con su familia las cenas de nochebuena, de quién salia de marcha con sus amig@s.... de quién madrugaba para trabajar todos los días....de quién lo tenía, quizás, todo y paso a la nada sin más compañia en muchos casos que un cartón de vino y muchas lágrimas que le recuerdan lo que ya no hay, lo que se fué....por eso cuando paso a su lado en muchas ocasiones no puedo evitar el pensar como sería hace tiempo ese señor de aspecto desaliñado y sucio que habla solo, que quiza rie con la mirada perdida, ¿pudo ser el desamor?¿ pudo perder su trabajo? o quizás perdió a su familia en un trágico accidente, en algunos casos fué la droga o en otros una enfermedad mental que tomó el mando de la "nave", siempre hay una historia trágica y triste que te hace pensar que cualquiera puede verse abocado en una situación extrema a la soledad más absoluta. Quiza el dar dinero cronifica más el problema y no ayuda a que estas personas intenten recuperar su vida, quizá no darlo le haría rendirse más ante la sociedad voraz en la que vivimos, la solución está en tantas manos que da miedo, como miedo da su indefensión ante l@s elementos más crueles que tienen un techo físico pero no uno moral y ético en el que cobijarse, y se aprovechan de quién les consentirá disponer de su vida para patearles, escupirles, humillarles y en muchos casos quitarles lo poquitin que les queda el envase físico de una vida que ya no existe.
La proxima vez que me cruce con un sintecho volveré a pensar y hacerle mentalmente la pregunta, porque si un día viviste a la puerta del cielo hoy guardas la de tu propio infierno.