Hoy ye enero, invierno, pero hoy, en plenu invierno, cuando a las 18:15 salia de la casa del pueblu mire al cielo, y quede la verdá que asombrá, porque el cielo, esi regalu maravillosu a los ojos que debería ser gris, plomizu, del que deberín colgar gotes de agua cristalina con les que dar de beber a nuestra Asturies verde y humeda, navegaba entre tonos naranjas, rosas y casi casi me atreveria a decir de color fuego, los colores que posiblemente imaginariamos en el desierto, colores aridos y secos, colores de un atardecer en agosto, o de una mañana de aire de les casteñes en octubre. Nunca hasta esti añu fuimos tan conscientes y padecimos de una manera tan palusible el tan anunciau calentamientu global, el cambiu climáticu no ye una amenaza, ye una realidad angustiosa y con una solución casi imposible. Se derriten los polos, huracanes, tsunamis...glaciares como el Perito Moreno se mueren ya sin remedio, la cuestión ya no ye aquella frase tan redicha que mundo dejaremos a nuestr@s hij@s, sino más bién que mundo estamos haciendo para ya, para el presente. Pero ni aun así paez que les grandes potencies, ni les pequeñes, ni les empreses más contaminantes tomen conciencia de la gravedá del problema, aquí solo importa producir y producir, y vender y vender, pero mientras se envolsen tanto euro euro dubidu que piensen que de aqui a nada no va quedar aqui ni quien lo cuente pa comprar ni un miserable boligrafo. Quizá valga de poco, o quizá no el primer esfurzu tien que ser el nuestru, reciclando, usando productos no contaminates buscando la alternativa mas verde para echar una mano, y seguro que una mano sobre otra, con la voluntá y la seguridá que aquí, en esta batalla tod@s, de cualquier condición, raza o ideología debemos ayudar a ganar a un solu candidatu, y por mayoria absoluta, la mayor que se haya visto, que gane el nuestru planeta, nuestra casa...nuestru hogar, la guerra será larga y dura, y quizá si comenzamos a luchar hoy los resultados no se verán en siglos....pero que menos podemos hacer por esa madre amable, cariñosa y arrogante que nos lo da y nos lo dió todo, castigandonos a veces de manera viloenta e incomprensible, pero nuestra madre, NATURALEZA, ojala no lleguemos tarde. No perderemos la guerra hasta haber muerto en toes les batalles. |
